“Leía mucho, escuchaba música. La lectura y la música me habían gustado siempre, pero la amistad con Shimamoto había estimulado y pulido las dos aficiones. Me acostumbre a ir a la biblioteca y a leer cuanto caía en mis manos. Cada vez que empezaba un libro , no podía dejarlo. Era como una droga. Leía durante, las comidas , en el tren , en la cama hasta el amanecer , leía a escondidas durante las clases. Mientras tanto conseguí un pequeño aparato estéreo y, en cuanto tenía un momento libre, me encerraba en mi habitación a escuchar música. Sin embargo, apenas sentía deseos de compartir con nadie mis experiencias sobre libros o música”.
Al sur de la frontera al oeste del Sol
Murakami.
4 comentarios:
Gracias por pasar!
Sí, soy cliente frecuente de la biblioteca viva, trabajas ahí?
Te sigo.
Reenvío saludos :)
Sì trabajo por estos días , ahi.
Como tu parti como lector frecuento y ahora recibo a lectores frecuentes
este es de los murakami que me gustó, aunque a día de hoy lo veo muy lejano.
A veces los gustos de antaño parecen alejados
pero el recuerdo siempre esta
Publicar un comentario