jueves, 1 de mayo de 2008

LA LECTURA Y EL TÈ




Siempre cuando leo en casa o en el tiempo de almuerzo de la biblioteca, estoy acompañado de una taza de Tè. A veces puede ser un Dilham de Vainilla, un Ahmad de Mango un Bigelow , que se mezclan con el humo del cigarrillo y las paginas del libro de turno.

Los días que trabajo en Concepción, voy a un café que se llama Maggino .El lugar es agradable, se puede fumar, y el diseño de las mesas y sillas son cómodos. Hay algunas meseras que ya me conocen, creo que para ellas “soy el joven que trabaja en la biblioteca, que siempre toma té y lee”.

Cuando trabajo en Los Angeles , voy a un café que no tiene mucha variedad de Tè , por lo que tengo que conformarme con un Lipton Ceylan.

El tè muchas veces me tranquiliza, me deja con una sensación de estabilidad, ideal para seguir la jornada de trabajo los días que estoy en biblioteca o las horas de lectura cuando estoy en casa.

Hoy he disfrutado de un libro de Philip Roth , junto a varias tasas de un Special Oolong tea de Dilmah.

2 comentarios:

Roma dijo...

oh por dios el te...
amo el teeeeeeeeeee


slds

sfer dijo...

me encanta el té ahmad. hace semanas que voy buscando una caja que contiene bolsitas de diferentes sabores frutales (así no hace falta comprar cuatro o cinco cajas para tener sabores diferentes), pero se les ha acabado en mi tienda habitual :-(