Mis fuentes de información (que periodístico suena) a la hora de elegir un libro , han cambiado. Antes leía los distintos suplementos literarios para guiar mis próximas lecturas. Ahora básicamente, me alimento de las reseñas de los bloggers lectores.
Fue en uno de estos blogs donde leí un articulo que recomendaba la lectura del premio Alfaguara 2008 "Chiquita". Me acorde de esto cuando estaba una luminosa librería y quería llevarme un libro a casa. Como siempre tenias dudas en que la elección del libro ¿apuntes autistas de Fuguet?, ¿Carretera de Mac Carthy? ,¿la extraña de Sandor Marai? , uffff como podía elegir entre tantos libros. En ese momento recordé la reseña del blog que había leído la noche anterior , pregunte por el libro y me indicaron una mesa donde Chiquita esperaba por un nuevo lector.
El libro narra las aventuras de una enana cubana , desde sus años en la isla , pasando por sus espectáculos en teatros y shows de variedades en Estados Unidos y el resto del mundo. Lo bueno del libro es que viene tiene un anexo con una serie de fotografías de Chiquita a lo largo de su vida. Libro entretenido y recomendable.
4 comentarios:
el libro es tan rocambolesco como la propia Chiquita, colgué también en el blog algunas fotos de ella, impactantes!!
Espero tu recomendación mientras leo Taniguchi (que no sea Auster que los he leído todos), un saludo.
Argos:
Yo estoy leyendo Zuckerman encadenado de Roth y no puedo parar.
El libro reúne los primeros 4 libros donde aparece el notable personaje Zuckerman.
Hola
Mi comadre se lee 5 libros semanales le voy a dar este blog.
Yo estoy muy lejos de leer tanto pero quiero invitarte a mi blog de basuritas al cual volví esta semana.
www.somoslegion.blogspot.com
Espero no te guste.
Acabo de estar leyendo las entradas antiguas de tu blog y me encantan, especialmente aquellas en las que hablas de la biblioteca y sus gentes. Antes, en la biblioteca a la que suelo ir siempre, cada libro indicaba no sólo la fecha de devolución del lector anterior, sino también su firma. Muchas veces coincidía escogiendo un libro que ya había sido elegido por una persona que firmaba sólo con el apellido. A veces incluso pensaba, al leer la contrapotada, "aquí va a estar su firma", y efectivamente allí estaba. Siempre me pregunté quién sería. Pero lo más curioso que me ocurrió fue en El Rastro de Madrid. Cada vez que iba, pasaba por un sitio donde se vendían libros viejos. Me compré muchos, unos veinte, a lo largo de diez años más o menos, y todos llevaban el nombre de su anterior dueña. Me preguntaba por qué se había desecho de los libros. Un día le pregunté por ella al vendedor, me dijo que se había muerto y que sus hijos habían vendido toda su bibioteca al peso, ¡¡al peso!! Me dio mucha pena. Aún sigo encontrando libros suyos por las librerías de viejo de Marid cada vez que voy.
Vaya, me he extendido un poco en el comentario. Lo siento.
Un saludo.
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