domingo, 10 de octubre de 2010


Puedes estar en Japón , Noruega o Chile. Puedes vivir en una ciudad , siempre queriendo conocer la gran capital. Dejas atrás tú barrio , la cotidianidad , la barbería del padre. El tiempo pasa , en la gran capital , el tiempo se pierde en futuros proyectos , pero un dia: ¡ring , ring! , el teléfono suena , tu padre ha muerto. Vuelves la cuidad y los recuerdos viene en forma de almanaque. Las explicaciones, las conversaciones con el padre ya no pueden ser. El único consuelo, es tratar de encontrar , los recuerdos de la vida en los personajes con los que compartiste los primeros pasos.

El almanaque de mi padre.

Tres tomos , directos al corazón de los recuerdos.

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