domingo, 24 de agosto de 2008

COTIDIANO



Trabajo tres días a la semana en la biblioteca. El resto de la semana me dedico a leer a tiempo completo, es decir 5 o 6 horas por día. Comienzo por las mañanas cuando mi familia esta en el trabajo o en la universidad. El lugar donde vivo es completamente residencial lo que hace muy agradable y silenciosas las horas de lecturas matinales. Por las tardes a veces me junto con amigos o con mi novia, vamos a bares , vamos al cine o lo que venga de ocasión.

Después de 5 años de estudio universitario, es un placer leer a tiempo completo, no pasar mis ojos por esos apuntes que poco me sirvieron en mi practica periodística.

Trabajando tres días y leyendo mis demasiados libros el resto de la semana. Ya llegaran los meses para planificar eso que algunos llaman futuro.

18 comentarios:

Rayuela dijo...

¡Cómo echo de menos ese tiempo con tantas horas para leer y sin grandes preocupaciones!

Anónimo dijo...

¡Aprovecha, aprovecha, ahora que puedes...! Que luego llegarán los problemas y las complicaciones y ya se recortarán las horas del dia para leer.

Marta dijo...

Tener tanto tiempo para leer es un lujo. Disfrútalo.

Cuando yo empecé a trabajar en la enseñanza y me fui a vivir muy lejos de mi casa, dedicaba tardes enteras sólo a leer. Las recuerdo como unas horas muy felices, echada en el sofá o en la cama, leyendo sin parar, o en la cervecería de la Calle Mayor, con un libro en la mano mientras me tomaba una cerveza tostada, o un macchiato, y de vez en cuando miraba a la gente que esperaba el bus. Fueron días muy bonitos. A veces, después de cerrar el libro, tenía una sensación de plenitud en el pecho enorme y me hubiera gustado agradecerle a todos esos autores tantas horas felices.

hapuc dijo...

a mi me pasó algo parecido... estaba chata de leer cosas técnicas... hasta que salí de la u... ahora no me alcanza el tiempo para leer por el exceso de trabajo

mario skan dijo...

El cielo tiene buenos colores, mas o menos parecidos a los de esta tarde, en Patagonia.
¿Esa fotografía fuen tomada a eso de las 6:30hs pm?Parece una portada de un libro de Cheever.
Que tranquilidad para retozar con un libro y un poco de música.

Leox dijo...

Rayuela , Ariodante y hapuc: Es que estoy intentando hacer , aprovechar el máximo el tiempo para escribir y para leer. Me levanto a las siete leo hasta las nueve , después escribo un poco y sigo con la lectura.

Marta: ¿Que libros recuerdas con cariños de esos lindos años?.

Mariano: La idea fue esa , recrear la portada de Bullet Park de Cheever. Tú ¿de que parte de Argentina eres?

mario skan dijo...

Si escribís Cipolletti en el google earth el cursor te lleva al vèrtice existente entre Neuquen y Cipolletti, alli vivo, cerca de las chacras, a un km del río Neuquen, en fin, en una confluencia.

WARATE dijo...

LEITO, DICHOSITO, LECTOR
Q TIENES TIEMPECILLO SIN
ESTRES PARA LEER, UNA DELICIA
INFRANQUEABLE PARA ALGUNOS... PERO SEGIMOS LEYENDO CUANDO PODEMOS EN UN BUS, O EN TIEMPILLO LIBRE....
SALUDITOS DESDE LA BULLICIOSA (Y HOY LLUVIOSA) CIUDAD DE GUATEMALA... :-) (-:

Carlo Rodolfo dijo...

Entiendo completamente. Estoy en el último año de la carrera y creo que la escuela de palo alto, Maturana y compañía no son de gran ayuda para lo que es el mundo laboral.Ahora tengo que leer como 20 libros preparando el seminario de grado, te podrás imaginar que son libros teóricos y con más de 400 hojas cada uno!
Ya quiero leer un libro de mi agrado y olvidarme de los grandes filósofos y lingûistas!
Saludos!

Leox dijo...

Michigan:

Espero que el tiempo de la lectura silenciosa y tranquila nos llegue a todos los lectores del mundo.

Carlo:

Las escuelas de periodismo de Chile deberían , pasar para las lecturas complementarias más ensayos y dejar de lado a los aburridos teoricos españoles-

Saludos

María dijo...

Qué suerte y qué fuerza de voluntad!! Levantarte temprano para leer...es genial...yo trabajo más de lo que debería, y cuando llego a casa estoy muy cansada...me cuesta leer aunque luego lo agradezco mucho. Es un trabajo social, que te deja "cao" cuando atraviesas la puerta de casa...y ves ese alargado sofá que te espera con los brazos abiertos. Actualmente dispongo de un espacio de tranquilidad...vivo también en una zona tranquila...pero no va a durar mucho, me temo. Debo tomar decisiones de aquí a diciembre. Envidio desayunar tranquilamente con una taza de té...hace mucho que no lo hago...(me he enrrollado mucho, sorry)

Leox dijo...

Maria:
Comprendo esa sensaciòn. Era la misma que tenia hace un par de años.
Los desayunos matinales por el momento son tranquilos. Un buen té tostados y lectura.

Bárbara dijo...

Disponer del tiempo propio debe ser una de las más gratas satisfacciones. Y si ese tiempo acompaña lecturas, es el paraiso. Yo también estoy reduciendo "concienzudamente" y, porqué no decirlo, vorazmente, la pilita de libros que se fue acumulando junto a mi cama a lo largo del año y justamente a punto de empezar La vida breve, que veo la tenés reseñada.
Saludos.

Anónimo dijo...

María, tienes mucho mérito lo que haces. Ya te llegará el momento, todos tenemos épocas más terribles y otras más relajadas. Yo también tengo que tomar decisiones importantes este otoño. Dejar la gran ciudad y refugiarme en una casa en el monte, junto al mar. Parece idílico, pero lo hago, entre otras cosas, por razones económicas...y hay mucha diferencia entre un tipo de vida y la otra. Y desde luego voy a desayunar muy muy tranquila, té con tostadas, pero...y además tengo el síndrome del nido vacío, cosa que supongo que ni tu ni leofumopio aún no conoceis. Pues es una etapa nada dulce. Bueno, yo también me estoy enrollando demasiado.

Leox dijo...

Animo ariodante

Marta dijo...

De esa época recuerdo con mucho cariño a Vila-Matas, Bolaño, Dorothy Parker, Mercedes Abad, Proust, José María Merino, Gioconda Belli...

Leox dijo...

Marta:
Es bello imaginarte en una cervecería de España , leyendo a Bolaño y Vila Matas. Es tan bello , que dan ganas de llorar y agradecer al mundo , por tan bello acto.

La Maga dijo...

Qué envidea lo de tener tanto tiempo para leer. Yo tengo que aprovechar cuando viajo en autobús o en metro para hacerlo.