jueves, 16 de junio de 2011


La idea de agrupar libros en una biblioteca personal, aparte de tener un rol estético y fetiche es la de heredar algo supongo. Hay personas que dejan viviendas, automóviles o colecciones de estampillas. Otros dejan para la descendencia libros para tratar de guiar en los otros miembros de la familia algunos caminos lectores.

Cuadro tomado de la novela gráfica “Ventiladores Clyde” de Seth

3 comentarios:

Valeria dijo...

En primer lugar: ENVIDIA!!! ¡Ventiladores Clyde! No se consigue en ningún lado!!!!
Segundo: Muy linda la reflexión. Espero que mi hija valore la biblioteca que le dejamos, porque ahí está el dinero del cero Km, casa mas grande y otros lujos que hemos decidido que no eran tan interesantes.

RebecaTz dijo...

¡Muy cierto!! Es difícil no intentar transmitir de algún modo nuestras aficiones a los demás.
Saludos.

La lectora dijo...

Lindo cuadro :)